LA
IMPORTANCIA DE
TEXTO: Romanos 13: 1-7 - Isaías 14: 12-14 - Hebreos 1:3; 11:13
A) Todas las cosas han sido creadas por medio
de su autoridad; Hebreos 11:3
B) Todas las leyes físicas del universo son mantenidas
por su autoridad;
Hebreos 1:3
C) Hablar de autoridad es hablar de Dios mismo;
por eso es importante
que el que quiera servir
al Señor conozca su autoridad.
Un obrero cristiano debe conocer
quien es su autoridad. Si no conoce quien es la autoridad sobre él no va a obedecer.
No debemos estar ocupados en saber que es lo correcto y que lo incorrecto; que
es el bien y que es el mal; en lugar de eso debemos conocer quien es la
autoridad sobre nosotros, y a quien debemos sujetarnos.
Una vez que sepamos esto,
encontraremos naturalmente nuestro lugar en el cuerpo
(
Ante la autoridad hay dos actitudes:
A)
Una
actitud de Sumision o
B)
Una
actitud de rebeldía
Desde la caída de Adán, el desorden ha imperado en el universo.
Tenemos un conocimiento muy inadecuado sobre
la obediencia. La obediencia de la cual nos enseña
Así como la fe en el principio por el cual obtenemos la vida; la obediencia es el principio que nos enseña a vivir.
Para poder recobrar la
autoridad debe ser restaurada primero la obediencia.
Muchos creen poder
tener autoridad, sin haber conocido la obediencia, esto, es imposible.
Permitamos que la obediencia sea nuestra
primera reacción.
Muchos
dicen que obedecen a Dios, pero no se sujetan a las autoridades delegadas.
Puesto que todas las autoridades vienen de Dios, debemos aprender a obedecerlas
todas. Los problemas que enfrentamos hoy se deben a que los hombres están
viviendo fuera de la voluntad de Dios.
El origen de
El origen de
TEXTO: Isaías 14: 12-14 - Ezequiel 28: 13-17
¿Quién
era Satanás antes? Era un querubín, era el ser creado más inteligente,
el más
brillante, quien ocupaba una posición de autoridad importante.
Todos los
millones de seres angelicales estaban sujetos a él, le obedecían a él;
después de
Se convirtió de lucero de la mañana en Satanás,
cuando quiso sobrepasar la autoridad que el Señor le había dado, cuando
no se conformó con su posición y quiso competir con el Señor, ésta fue
la causa de su caída.
Isaías: 14: 12-14
El
intento de Satanás (que significa ADVERSARIO) de colocar su trono por encima
de Dios, fue lo que violó la autoridad de Dios.
El hecho de su rebelión
contra la autoridad de Dios fue la causa de su caída.
Al
no someterse al Señor, por primera vez entra un principio devastador al
universo que es el PRINCIPIO DE
En
nuestro servicio a Dios no debemos violar las autoridades, porque éste fue el principio
de Satanás. ¿Cómo podemos hablar de Cristo, de acuerdo al principio de Satanás?
Cuando predicamos la doctrina de Cristo y al mismo tiempo estamos bajo el
principio de la rebeldía, en cuanto a que no nos sometemos a la autoridad
directa o indirecta de Dios.
Satanás no está temeroso de que
prediquemos de Cristo: sí teme que estemos sometiéndonos a su autoridad.
¿Cuál
es la situación hoy en día? Ahora Satanás no le preocupa que alguien
predique, enseñe en
Nosotros predicamos el evangelio para llevar
hombres al reino de Dios y a su autoridad; pero ¿Cómo podemos establecer la
autoridad de Dios en la tierra,
si nosotros mismos no nos sometemos a esta
autoridad; como podremos entonces resistir a Satanás?
Ahora
la mayor controversia en el universo, la mayor guerra en el universo es: ¿QUE
PRINCIPIO VA A GOBERNAR
EN EL CORAZÓN DE LOS SERES HUMANOS?:
¿La
obediencia o la rebeldía?
Si estamos sometidos a la autoridad de Dios, tendremos como
resultado directo, conflicto con Satanás.
Antes de conocer la autoridad, Pablo trataba de acabar
con la iglesia; después de conocer la autoridad se dio cuenta que “dura cosa es
dar coces (fuerza humana),
contra el aguijón (autoridad de Dios)”.
Inmediatamente cayó al suelo y reconoció la autoridad del Señor Jesús.
¿Cómo Pablo siendo un gran erudito con mucho conocimiento
humano pudo escuchar las palabras de Ananías,
un desconocido que sólo se oye de él en
Porque
primero oyó y reconoció la autoridad de Dios,
entonces sí pudo someterse
a la autoridad de otro.
Esto demuestra que el que se somete a la
autoridad, se somete a Dios, no a los hombres.
No
miremos a la persona, sino a la autoridad que representa. No
obedecemos a los hombres, sino a la autoridad de Dios en los hombres.
LA MÁXIMA DEMANDA DE
1ª Samuel 15:22
La
más grande demanda de Dios al hombre, no es que le sirva, ofrende,
etc. Sino que le obedezca.
Por esto Samuel dice: “ciertamente el obedecer es
mejor que los sacrificios”.
Dice esto porque aún el ofrecer sacrificios puede
ser un acto puramente nuestro; en cambio la obediencia es absolutamente
en honor a Dios
y tiene como centro la voluntad de Dios.
La expresión
a la autoridad es la sujeción;
ésta no es posible en nuestro propio esfuerzo;
solamente cuando vivimos en el Espíritu.
En
Lucas 22:41-44 ¿Cuál era el conflicto de Jesucristo en el Getsemani?
No era
temor a la muerte, ni era miedo de ir a la cruz del calvario;
sino asegurarse
que la voluntad de Dios era que muriera.
Su temor era morir sin que esa fuera
la voluntad de Dios y no tuviera ningún valor.
Sacrificios
es sinónimo de actividades en la iglesia. Muchas veces realizamos
actividades que la gente se impresiona con nuestro servicio; pero no estamos
obedeciendo al Señor y todo ese activismo no tiene valor;
OBEDECER
ES MEJOR QUE LOS MUCHOS SACRIFICIOS.
La
muerte del Señor en la cruz es, la máxima expresión de obediencia a la
autoridad. Como siervos de Dios el primer requisito que debemos llenar
es obedecer la autoridad de Dios, y sólo así Dios comenzará a usarnos.
Solamente cuando trabajamos en obediencia a la autoridad, estamos actuando de acuerdo
a la voluntad de Dios.
No
debemos servir a Dios y simultáneamente ir en el camino de la rebelión
teniendo un espíritu rebelde. ¿Estamos dispuestos a obedecer la autoridad o no?
Los que servimos a Dios debemos tener bien claro esto de la autoridad.
Solamente cuando se ha conocido bien la autoridad de Dios,
y hemos aprendido a
obedecerla, estaremos en condiciones de conducir
a otros por el camino correcto.
CASOS DE REBELIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
1-
La rebelión de Adán
y Eva
Génesis 2:16-17
Génesis 3:1-6
En Génesis 2 y 3 vemos que
después que Dios creó a Adán le dio una orden. El hecho principal de esta orden
no fue el decirle que no comiera de cierto fruto, sino colocar a Adán
bajo la autoridad para que aprendiera obediencia.
Así como Dios colocó
todo lo creado bajo la autoridad de Adán;
así también Adán debía estar bajo
la autoridad de Dios y debía obedecerla.
La causa de la caída de Adán,
fue su desobediencia y rebeldía a la orden dada por Dios. Un principio
importante a aprender de este ejemplo es:
solo aquellos que están bajo
autoridad pueden ejercer autoridad.
Muchas personas quieren tener autoridad y
nunca han estado dispuestas a someterse.
Lo primero que un obrero debe aprender es
a OBEDECER.
Eva no sólo estaba bajo la
autoridad de Dios, sino también bajo la autoridad de Adán. Ella tenía
una doble autoridad que obedecer.
Muchos de nosotros también nos
encontramos en esta posición.
Dios desde el principio ordenó al hombre
obedecer,
y no hacer nuestra propia voluntad. Cualquier acción que no
tenga obediencia
es una caída y cualquier acto de desobediencia es rebelión.
A medida que la obediencia aumenta,
las actividades disminuyen. Cuando recién comenzamos a seguir al Señor
estamos llenos de actividades, pero cortos de obediencia. A medida crecemos
espiritualmente nuestras acciones o actividades disminuyen gradualmente hasta
que estamos saturados de obediencia (vamos conociendo más
ALGUNAS LECCIONES SOBRE
Tarde o temprano, aquellos que
sirven a Dios encontrarán autoridad en el universo: en la sociedad, en el
hogar, en la iglesia.
¿Cómo se puede servir y obedecer a Dios,
si nunca se
ha encontrado con la autoridad de Dios?
Obedecer
a Dios es mucho más que enseñar doctrina, porque la enseñanza puede ser
abstracta, pero, la obediencia no. Algunos piensan que es muy difícil obedecer
la autoridad, pero si primero nos encontramos con Dios, la dificultad desaparece.
No hay nadie que obedezca la autoridad de Dios
y que no tenga la misericordia
de Dios sobre él.
Aprendamos las siguientes lecciones:
1-
Tengamos
un espíritu (Actitud) de obediencia.
2- Practiquemos la obediencia: sólo aquellos que han sido enseñados a
obedecer, no se
sienten abrumados en cualquier parte que estén;
pueden vivir
naturalmente en obediencia.
3- Aprendamos a ejercer la autoridad que
el Señor nos da, con humildad, siendo ejemplo, no enseñoreándose de aquellos
que están bajo nosotros. Aquel
que trabaja para el Señor necesita aprender
no sólo a obedecer la autoridad
directa de Dios;
sino también a las autoridades delegadas por Dios.
Algunos aprenden obediencia pero no saben ejercer
la autoridad cuando
son enviados a trabajar en algún lugar; es necesario
aprender a estar bajo la autoridad y ejercer autoridad. Si la iglesia sufre por
causa de los que no saben obedecer, también sufre con aquellos que no
han aprendido a ejercer autoridad.
2-
Génesis
9:20-27
Aquí
encontramos un caso de mal uso de autoridad; es decir, el que representaba la
autoridad no fue ejemplo.
Noé, como cabeza de familia, no tenía porque
emborracharse; pero lo hizo,
él cometió un pecado, pero eso no le daba el derecho
a su hijo
de irrespetar la autoridad de su padre (se burló de él)
El
padre es por mandato de Dios la autoridad delegada en el hogar, así que si un
hijo ve defectos en la autoridad no le justifica para cometer pecados.
Cam
tuvo un espíritu de desobediencia y rebeldía; él fue a contarles todo a sus
hermanos en lugar de hacer lo que sus hermanos hicieron cuando vieron a su
padre: entraron por detrás y le cubrieron.
El
pecado de Noé dio oportunidad para que Cam pecara. Cuando Noé despertó
profetizó contra Cam y sus descendientes. Cam se convirtió en el primer
esclavo; por muchas generaciones estuvo bajo la autoridad de otros.
En cambio
los otros dos recibieron bendición:
El Señor Jesús proviene de Sem, y de
Jafet vino la predicación de Cristo
(pioneros en evangelismo). Cada persona que
desea servir al Señor necesita conocer la autoridad, nadie puede servir
con espíritu rebelde.
3- fuego
extraño ofrecido por nadab y abiu
Levítico
10:1-2
Aarón
recibió la autoridad para ser sacerdote; sus hijos debían servirle en
obediencia. Dios nunca quiso que los hijos de Aarón sirvieran independientemente.
Aarón debía iniciar todos los sacrificios, no sus hijos.
Y cuando sus hijos
ofrecieron un sacrificio por su cuenta,
el fuego resultó extraño
a Dios
porque estaban sirviendo sin obediencia a la autoridad;
estaban
asumiendo que podían hacer lo mismo sin autoridad.
Ellos no reconocieron al
que tenía la autoridad de Dios.
La acción que estos dos hijos de Aarón estaban
haciendo,
aparentemente no tenía nada de malo; al contrario,
parecía que era agradable
ante los ojos humanos.
Su rebeldía consistió en que ellos tenían
que servir bajo
la obediencia de su padre y lo hicieron independientemente,
a pesar de que
Dios les había enseñado a servir en forma dependiente de Aarón;
no
respetaron la autoridad de su padre;
no quisieron conformarse a la
posición que Dios les había dado.
Cuando
servimos a Dios debemos de conocer su voluntad y hacerlo en obediencia a El,
pues si lo hacemos por nuestra propia cuenta será parecido al fuego que
ofrecieron Nadab y Abiú,
y será trabajo de hombres, y siempre este
trabajo termina en muerte.
El
Nuevo Testamento nos dice como Bernabé, Pablo y Timoteo, Pedro y Marcos
trabajaron juntos; unos tuvieron la responsabilidad cuando los demás
estaban ayudándoles.
Dios no está buscando sacrificio de nuestra parte,
sino
que mantengamos la autoridad;
por esto debemos aprender como sujetarnos a ella.
No hay lugar para servicio individual, ya que debemos servir en
coordinación
con el equipo que Dios nos ha dado.
4-
Números
12
HABLAR
EN CONTRA DE
DESENCADENA
Dios ordenó que Moisés sería el líder, pero
este hizo algo que a su hermana no le gustó y por eso lo despreció, y
habló contra él.
Aquí encontramos una de las formas en que la rebeldía se
manifiesta por palabras: murmuraciones, críticas hacia
aquellos que están en autoridad.
Los hermanos de Moisés hablaron
indebidamente contra él.
¿Cuál
fue la actitud de Moisés? Calló, porque sabía que la autoridad no necesita defensa.
Su actitud fue admirable y no discutió porque sabía que la autoridad no era
de él;
sino que de Dios y que no era contra él que habían hablado, sino contra
Dios.
El pecado contra la autoridad delegada por Dios, es pecado contra
Dios.
Debemos estar sujetos no sólo a la autoridad directa de Dios, sino también
a la autoridad representativa.
Un
principio importante que debemos aprender es el siguiente:
SOMETERSE
A
El que tiene autoridad es manso,
no es un dictador, tiene control sobre la crítica, ora por
aquellos que le ofenden, nunca busca vengarse, tampoco busca defenderse;
practica la humildad y ve a los que le acusan, con ojos de misericordia.
5-
Números
16
Este ejemplo incluye levitas (Coré) que son los
sacerdotes y a Datán y Abirán, que son los hijos de Rubén, representando a los
líderes de la nación. Estos líderes se congregaron para rebelarse contra Aarón
y Moisés, ellos no reconocieron que había autoridad en el pueblo de Dios.
Este
caso de rebeldía también se manifiesta con palabras.
La causa de la caída
de éstos, fue la misma de Satanás y Adán quienes no quisieron ocupar la
posición que Dios les había dado, pues también
querían el sacerdocio.
La respuesta de Moisés fue la oración y contestó con espíritu de
humildad
ya que según Números 16:5, respondió de una manera mansa y controlada.
Ellos
pensaban que hacían algo contra Moisés y Aarón solamente, no se dieron cuenta
que se estaban revelando contra Dios mismo, Dios y su autoridad delegada son
inseparables. No es posible mantener una actitud con Dios y otra
con su autoridad delegada.
DIOS LIMPIA A SU
GENTE DE REBELION
Coré
y sus compañeros recibieron el castigo de Dios, no el castigo de Moisés.
La rebeldía es un principio del infierno,
ilustrado por medio de la tierra cuando abrió su boca y los tres fueron
consumidos y mandados al infierno.
El
hecho de hablar contra moisés porque no les había llevado a la tierra
prometida, les daba la razón; pero también nos indica que estaban
caminando
sin fe en la promesa de Dios. Cuando no caminamos en fe,
no podemos ver la autoridad de Dios en las decisiones que toman los que caminan
en fe.
La autoridad no es un asunto que se reconozca
por medio de instrucción,
sino por medio de revelación interna (de Dios).
En Números 16, hay dos
ejemplos de rebelión:
del vers. 1 al 40 de los líderes y del vers. 41 al
50 de toda la congregación.
El castigo de los líderes no sirvió de
ejemplo al resto de la gente.
Ellos
(la congregación) se rebelaron declarando que Moisés había matado a sus líderes;
pero no era asunto de Moisés y Aarón, porque ellos no llamaron el fuego de Dios
para que los consumiera; el fuego vino directamente de Dios.
Ellos
usaban los ojos humanos y no entendieron que la autoridad venía de Dios;
no tenían temor y por esto es peligroso no saber sobre la autoridad. Como
consecuencia vino una plaga porque Dios no tiene paciencia cundo hay rebeldía
contra su autoridad; El ya les había perdonado diez veces en el desierto
sus pecados, pero cuando la rebelión viene, ya no la perdona porque es un
principio de Satanás.
El pecado de rebeldía es más grave que
los demás; cuando el hombre resiste a la autoridad, inmediatamente Dios juzga.
Principio
importante que debemos aprender:
ni demos oídos a aquellos que quieren
contagiarnos con ella;
seamos sabios, no nos prestemos a este juego de Satanás.
LAS MANIFESTACIONES DE
La rebeldía del hombre se manifiesta en tres áreas:
EN PALABRAS, EN RAZONES Y EN PENSAMIENTOS.
EN PALABRAS
2ª De Pedro 2:10-12; Efesios 5:6; Judas 8-10; Mateo
12:34
A)
Las palabras son el desahogo del corazón. Un hombre rebelde pronto lo manifestará en
palabras (“…de la abundancia del corazón habla la boca…”).
Como la rebeldía es
actitud interna, sus palabras expresarán lo que siente.
Es
difícil domar la lengua por lo que la rebeldía interna se manifestará pronto en
palabras. La sociedad de hoy es rebelde,
pero la iglesia debería ser obediente de corazón;
Dios desea que se le obedezca de corazón.
B)
Eva añadió descuidadamente a
la palabra de Dios.
Eva añadió a
Eva a pesar de estar
diariamente con Dios no reconoció su autoridad
y no le importó
añadir más de lo que El había dicho.
C)
Cam divulgó el error de su
padre. Esto nos prueba que Cam
no estaba completamente sometido a la autoridad de su padre
y por esto aprovechó
la oportunidad para divulgar su falta.
Así también hoy, hay muchos cristianos
que por falta de amor, gozan criticando a los demás y pasan descubriendo
sus faltas.
Esto es falta de amor y sujeción y es evidencia de rebeldía.
D)
Maria y Aarón hablaron contra Moisés.
Esto demostró que ellos no conocían el
respeto a la autoridad, porque cuando se conoce la autoridad, es como si se
colocara un sello en la boca y se calman los problemas. Muchas dificultades son
solucionadas cuando se reconoce la autoridad.
La rebeldía se manifiesta en
palabras, no importa cuán graves o livianas sean dichas palabras, siempre son
rebeldía
E)
Coré y su compañía atacaron a Moisés. En Números 16, Coré y sus 250 líderes atacaron
a Moisés y le hicieron una acusación grave.
Maria en cambio también lo acusó;
pero luego se arrepintió.
La acusación de Coré fue mas grave, porque quería reconocer
la autoridad de Dios pero no la de Moisés; y como hemos visto,
rechazar la autoridad delegada
de Dios es lo mismo que rechazar a Dios.
F) La rebeldía va ligada a la complacencia carnal.
El síntoma de aquellos que desprecian la
autoridad, se ve inmediatamente por sus palabras ofensivas.
Es natural que una persona se reúna con los
que tienen su misma naturaleza. La rebeldía y la carnalidad
son una sola cosa
para Dios, siempre van juntas.
Los Ángeles que no se rebelaron mantuvieron su
posición, así también
David mantuvo su posición al conocer exactamente que Saúl
era el ungido de Dios.
Hay dos cosas por las cuales un
cristiano pierde su poder:
1- Por el pecado
2- Por el desconocimiento
de la autoridad
Cada vez que hablamos contra otro, perdemos poder
y esto es mayor, cuando la desobediencia es manifestada en palabras que
cuando está solo en el corazón.
Es verdad que ante
Dios tanto los pensamientos como las palabras son igualmente juzgados como si
fueran hechos:
aquel que concibe el mal, ya lo ha cometido.
Los pensamientos pueden ser cubiertos,
pero
una vez que se pronuncia la palabra todo queda descubierto.
Los cristianos de hoy pierden poder no sólo
por sus pensamientos
sino también por sus palabras, y aquel que no controla
sus palabras no puede controlarse a si mismo.
G)
Las dificultades en la iglesia con frecuencia
provienen de la calumnia.
El hablar descuidadamente es en gran parte la causa de romper
la unidad en la
iglesia y la pérdida de poder.
Sólo una pequeña parte de los llamados problemas,
realmente lo son;
la gran mayoría son causados por las mentiras y las
calumnias.
Santiago 3:11 dice que de una misma boca
proceden bendición y maldición.
¿Acaso alguna fuente echa por una misma
abertura agua dulce y amarga?
Esto no debe ser así; apartemos pues de nuestra
boca y nuestro corazón las falsas palabras.
EN RAZONAMIENTO
Romanos 9:11- 24
Debemos recordar
que todo aquel que está en sujeción, está bajo autoridad y no bajo la razón.
La gente de este mundo se rige por la razón, si nosotros también nos dejamos
guiar por la razón,
¿no estaremos actuando de la misma forma que ellos?
A) Para seguir al Señor es necesario liberarse de
la razón.
Si queremos seguir al Señor, debemos dejar fuera los ojos de la razón.
¿Qué es lo que nos gobierna: la razón o la autoridad?
Cuando la luz de Dios
nos ilumina quedamos
tan enceguecidos por esa luz que la razón desaparece.
Aquellos a quienes Dios ha colocado en autoridad,
son guiados por
caminos que no son razonamientos
o argumentación porque la razón es la causa de
la rebelión.
Debemos
vivir: en obediencia a Dios o por nuestra razón; nunca podremos juntarlas; la vida del Señor en la tierra fue
completamente fuera de la razón, porque
El estaba sometido a la
autoridad de Dios,
y nunca argumento, ni pregunto, solamente obedeció. Los que realmente conocen a Dios, le obedecen
sin argumentar.
Entre más nos sometemos a la autoridad, más
simple y sencilla será nuestra vida.
B)
Dios
nunca discute. Dios
tiene la autoridad para hacer lo que quiera. Nosotros no podemos
seguirle y al mismo tiempo estar argumentándole y exigiéndole razones.
Si deseamos servirle no debemos argumentar,
solamente obedecerle. No debemos interferir con nuestros argumentos y
tratar de ser sus consejeros.
En Romanos 9:19 podríamos
encontrar un buen argumento, pero Pablo lo contesta diciendo: “¿Quién eres tu
para que alterques con Dios?” Cuando Dios ejercita la autoridad no tiene
necesidad de consultarnos, ni de buscar nuestra aprobación.
Si
¿Quién eres tú?
C) La gloria de Dios libera la razón. Solamente
cuando reconocemos la autoridad de Dios nos damos cuenta de que somos solamente
seres creados por El,
¿Cómo entonces podré dirigirme a El con palabras
razonadas?
Un solo vistazo de su gloria nos pondría de rodillas y haría
que echáramos lejos nuestros razonamientos.
Solo aquellos que viven
en tinieblas, viven en base a la razón.
Si el Señor permitiera ver
un poco de su gloria y de su luz
quedaríamos como muertos, como le pasó a Juan.
Si la reina del sur quedó maravillada al ver
la gloria de Salomón, cuanto más nosotros que estamos con Uno que es mucho
mayor que Salomón.
La razón entró en la humanidad desde el pecado de
Adán.
D) “Yo soy el Señor, tu Dios”. Esta es la
razón. En Levítico, capítulos 18 al 22,
cada vez que Dios ordena algo al
pueblo de Israel le dice:
“Yo soy Jehová, vuestro Dios”, esto significa que
Dios habla porque El es Dios
y Señor, y no necesita dar ninguna
explicación.
La única razón es que El es El Señor. Si entendemos esto, nunca más
tendríamos problemas con seguir razonando.
Cuando Dios hace algo, El no está en la obligación
de decirnos la razón; porque sus caminos son más altos que los nuestros. Si
trajéramos a Dios al razonamiento lo perderíamos, porque lo haríamos
como uno de nosotros. En el razonamiento no hay adoración. Tan pronto como
desaparece la obediencia, desaparece la adoración.
Que la gloriosa aparición de Señor, ponga
fin a todo nuestro razonamiento.
EN PENSAMIENTO
2ª Corintios 10:4-6
A) El vínculo entre la razón y el pensamiento. Las palabras de rebeldía
provienen del razonamiento, y este proviene de los pensamientos; aquí está
el centro de la rebeldía. En 2ª
Corintios 10:5 nos dice que llevemos cautivos todo pensamiento
a la obediencia a Cristo; esto sugiere que la rebeldía está básicamente en
el pensamiento.
¿Cuándo una persona está sometida a la autoridad? Cuando sus
palabras, razonamientos, han sido derrotados. Cuando ya no se piensa independiente
de Cristo, entonces se puede decir que le está obedeciendo; esta es la
total liberación. Consecuentemente si hemos sido cautivados por
Cristo, estaremos dispuestos a aceptar los mandatos de Dios y no a ofrecer
nuestro concejo y ayuda a El.
C) Advertencias
a los obstinados.
1- Pablo: como hombre natural era una persona hábil,
capacitada y sabia. Encontraba siempre algo que hacer, era confiable y servía a
Dios con entusiasmo (aparentemente); pero cuando iba a Damasco una luz muy
brillante lo tiro al suelo, y allí se disolvieron todas sus intensiones y habilidades.
Ni regresó a Tarso ni a Jerusalén. Así Pablo perdió todo y sólo pudo decir:
“¿Qué haré Señor?”. De allí en adelante todo lo que el decía era en la
autoridad de Dios, pues él perdió sus opiniones.
La primera evidencia de que uno se ha encontrado con Dios, es la
desaparición de las opiniones y habilidades propias.
2- El rey Saúl: fue rechazado por Dios por no haber
obedecido en todo, a pesar de que lo mejor de las ovejas y carneros que había
reservado, era para ofrecerlos en sacrificio a Dios. Pero esto venía de
su propia opinión y sus propios pensamientos de cómo agradar a
Dios. Pero fue rechazado por Dios, porque sus pensamientos no
se sujetaron a El; Saúl hizo la decisión de acuerdo a sus
propios pensamientos (1ª Samuel 15). Por eso Samuel le dice: Ciertamente el
obedecer es mejor que los sacrificios.
3- Nadab y Abiú: Ellos pecaron por querer hacer el
sacrificio sin la autoridad de su padre. También quisieron llevar a cabo sus propios pensamientos
y pecaron contra Dios. Ellos no pronunciaron ninguna palabra, ni tampoco
ofrecieron razonamiento, pero sus pensamientos fueron contra
la autoridad de Dios.
D) El
testimonio del Reino vino a través de la obediencia.
Dios no está interesado en saber con que ferviente disposición
predicamos de
El, está más interesado en saber como somos de
obedientes.
Satanás no tiene temor de nuestro trabajo cuando actuamos bajo el
principio de la rebelión; se ríe en secreto cuando ve que hacemos las
cosas guiadas por nuestros propios pensamientos.
A pesar de que el hijo
fue el primer fruto de la obediencia, Dios espera que muchos otros hijos sean
como Cristo He. 5:8-9.
La perfecta obediencia sólo se consigue cuando nuestros pensamientos
son recapturados y están en perfecta obediencia
a Dios.
¿Cómo podemos esperar que el
mundo sea obediente, si la misma iglesia no obedece? Una iglesia desobediente no
puede esperar que sus miembros obedezcan el evangelio. Debemos aprender a
aceptar la disciplina de nuestra boca, nuestra mente y
nuestros corazones, para no querer aconsejar a Dios. Así Dios manifestará su
autoridad en la tierra.
EJEMPLOS
DE PERSONAS QUE CONOCIERON LA AUTORIDAD DE DIOS
EL REY DAVID.
1ª Samuel 24:4-6
1ª Samuel 26:9-11
2ª Samuel 1:14
DAVID NO OBTUVO EL TRONO POR
MEDIO DE LA REBELION
Dios
inauguró su autoridad en la tierra cuando estableció el pueblo de Israel,
después que el pueblo judío entró en Canaán, le pidieron un rey;
Dios nombró a Saúl como su autoridad delegada, pero desafortunadamente éste
desobedeció la autoridad de Dios; entonces quedó David como candidato, a pesar
que estaba bajo la autoridad de Saúl. Aunque los hombres que estaban
con David le aconsejaron matar a Saúl, él no lo hizo y dijo que no alzaría su
mano contra la autoridad.
¿No tenía David el derecho de hacerlo, ya que estaba en los planes de
Dios que él fuera rey? ¿No debería David ayudarse así mismo para tomar el
trono? ¿No seria una buena manera de cumplir la voluntad de Dios?; sin
embargo, él vio que eso no era lo correcto, porque era rebelarse contra
la autoridad de Dios. Por esto demoró tantos años en conseguir el
trono, pero David quería hacerlo así, en lugar de ser una persona
rebelde.
Si vamos a servir a Dios es absolutamente necesario que estemos
sometidos a la autoridad puesta por Dios. Los pequeños actos de rebeldía son condenados, porque todos se originan
en un espíritu rebelde.
David conocía la autoridad de Dios en su corazón; esto nos dice algo
importante: la sujeción a la autoridad no es estar sujetos a
una persona, sino a la autoridad que esa persona tiene, la
cual viene de Dios. Es verdad que Saúl
desobedeció a Dios, pero esto era un asunto entre Dios y Saúl. La
responsabilidad de David ante Dios era someterse a la autoridad delegada por
Dios en Saúl, y por esto se dirigía a él como “mi Señor”.
David fue temeroso a la autoridad; él reconoció la autoridad de Dios en
Saúl a pesar de los errores que este cometió.
¿Qué dijo Dios de David? Dios lo reconoció como un hombre que
siempre mantuvo la autoridad de Dios; como consecuencia su
reino se mantiene hasta el día de hoy, ya que nuestro Señor Jesucristo es
descendiente de él.
David fue temeroso y sensible a la autoridad, esperó
mejor en el Señor, siempre tuvo el cuidado de no dar cabida a
la rebeldía en su corazón. Esta misma actitud debemos tener nosotros; no lo
hagamos por la persona en sí, sino por lo que representa.
Solamente
aquellos que se someten a la autoridad, pueden ejercer autoridad.
Debemos sacar todas las raíces de rebelión que
haya en nosotros; es absolutamente esencial que estemos sometidos a la
autoridad, antes de que podamos ejercer autoridad. La iglesia existe
por la obediencia, ella no está temerosa de los débiles, sino de los
rebeldes. Debemos someternos a la autoridad de Dios de todo corazón, para que
así la iglesia pueda ser bendecida.
JESUCRISTO APRENDIO OBEDIENCIA
Filipenses 2:5-11
Hebreos 2:7-9
EL SEÑOR INICIO LA
OBEDIENCIA
La Biblia nos enseña que el Señor Jesús y el Padre son uno. La
gloria que Dios tenía en el principio, era también la gloria del Hijo y tenían
igual poder y posesión. Solo hay diferencia en persona; por eso la
Biblia dice que “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse” Fil.2:6
El Padre se convierte en el emblema de la autoridad,
mientras Cristo asume el símbolo de la obediencia.
Jesucristo originalmente tenía la misma gloria y autoridad con el Padre;
pero cuando vino al mundo se despojó de la autoridad y en su
lugar tomó la obediencia.
SER LLENOS DE CRISTO ES SER
LLENOS DE SU OBEDIENCIA.
Así como el Señor inició la obediencia, el Padre se convierte en la
cabeza de Cristo. Según esto, tanto la autoridad como la obediencia han
sido instituidas por Dios, y los que conocen a Dios y a
Cristo, deben obedecer.
Sólo aquellos que no conocen ni
a Dios ni a Cristo no saben lo que es autoridad, ni obediencia. Cristo es el
principio de la obediencia. Aquel que acepta a Cristo, acepta el principio de
la obediencia, y todo aquel que es lleno de Cristo, es por lo tanto lleno de
obediencia.
Sin embargo mucha gente pregunta: ¿Por qué debo obedecer? ¿Si tú y yo
somos hermanos, porqué debo obedecerte? Pero no estamos llamados a hacernos
esta clase de preguntas; sólo el Señor puede hacer esta
pregunta; y sin embargo no la hizo.
Cristo representa la obediencia, que es tan perfecta así como la
autoridad de Dios es perfecta. Que Dios tenga misericordia de
aquellos que dicen conocer la autoridad, mientras la obediencia esta
desapareciendo de sus vidas.
Cristo fue obediente como
hombre y debemos tenerlo como nuestro ejemplo,
para reafirmar la autoridad de Dios, pero es triste saber
que hay muchos cristianos que todavía no han aprendido a obedecer.
EL
EVANGELIO NOS LLAMA NO SOLO A CREER, SINO TAMBIEN A OBEDECER
Dios nos llama a creer para salvación, pero
también tiene un propósito para cada uno después de obtener la salvación y por
esto debemos obedecerle y establecer así su autoridad en la
tierra.
Por medio de la iglesia, las naciones se convierten al reino de Dios; es
el vehículo que Dios usa. La iglesia debe obedecer la autoridad de Dios.
Si la obra de Dios en la tierra tarda demasiado, es por culpa de la
iglesia, ya que sus problemas de rebelión en sus miembros impiden el
progreso del Plan de Dios.
DEBEMOS OBEDECER A LA
AUTORIDAD DELEGADA
Estas autoridades son instituidas por Dios:
1. EN EL MUNDO: Romanos
13:1 y 1ª Pedro 2:13-14; 17
Dios ha establecido el sistema de autoridad en todo el mundo, cuando
encontremos autoridad hay que ver a Dios en ella, no importa que el
mundo no conozca a Dios, de todos modos tenemos que someternos y así seguir
el ejemplo de Jesús. Mateo 22:17-21
2. EN LA FAMILIA: Efesios
5:22; 6:1-3; Colosenses 3:20
También Dios estableció su autoridad en el hogar cuando dijo que el
esposo es la autoridad delegada por Cristo, y la esposa representa a la
iglesia; la cual debe estar sujeta. Por descuidar este principio muchos
hogares tienen problemas (cuando la esposa no reconoce la
autoridad de su esposo y los hijos no reconocen la autoridad en sus padres).
3. EN LA
IGLESIA: 1ª De Tesalonicenses 5:12-13;
1ª de Timoteo 5:17; Hebreos 13:17
Dios ordenó que los líderes sean obedecidos por los miembros de la
Iglesia. No obedecemos en sí a la persona sino a Dios,
RECHAZAR LA AUTORIDAD DELEGADA ES UNA OFENSA AL
SEÑOR.
LA
AUTORIDAD ESTA BASADA EN SANTIFICACION
La autoridad está basada en la
santificación. Si su deseo es vivir entre las multitudes,
usted no podrá ejercer autoridad. Entre
más alto grado de autoridad, mayor será la separación. Para
poder servir a Dios debemos estar dispuestos a pagar el precio. El
Señor Jesús podía hacer todo lo que quisiera, pero a causa de sus discípulos
se santificó así mismo.
LAS CONDICIONES PARA SER AUTORIDAD DELEGADA
Efesios 5:22, 25,
28,33 1ª
de Timoteo 3:4-6
Efesios 6: 1,
4,9 Tito
2:15
Salmos
82:1-2 1ª
de Timoteo 4:12
Tito
1:6-8 1ª
de Pedro 2:21
Las autoridades establecidas por Dios en la familia son:
Los padres en relación con los hijos; los esposos,
en relación con sus esposas; los amos (Patrones), en relación con los
siervos (Empleados).
En el mundo las autoridades son: los reyes en relación a sus súbditos;
los gobernantes en relación a sus subordinados.
En la Iglesia son: pastores, diáconos, maestros y obreros en
relación con los hijos de Dios.
1. ESPOSOS:
La Biblia enseña que las esposas
deben someterse a sus esposos, pero los esposos deben ejercer
autoridad con una condición: se les exhorta tres veces en Efesios, a amar a
sus esposas como así mismos. El amor de Cristo a la Iglesia es ejemplo del
amor del esposo a la esposa.
2. PADRES:
Indudablemente los hijos deben obedecer a sus padres. Aún así, la
autoridad de los padres también tiene responsabilidad.
La escritura dice: “Padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos”. A pesar de que ellos tienen autoridad, necesitan aprender
a controlarse así mismos ante Dios. El propósito de
la autoridad de los padres sobre los hijos es el de disciplinarlos y amonestarlos en
el Señor para educarlos y protegerlos con
amor.
3. AMOS
(JEFES):
Los amos tampoco deben maltratar o provocar a
sus siervos (Empleados o subalternos). Dios no permite que su autoridad
delegada actúe temperamentalmente. Ellos deben tener el temor de Dios, pues
ellos mismos están bajo autoridad. (Efesios 6:9)
A medida que una persona conoce más sobre autoridad, es menos arrogante. Las
actitudes indispensables de aquellos en autoridad son: amabilidad y amor. Si
alguien amenaza o juzga a otro, pronto recibirá el juicio de Dios.
4. GOBERNANTES:
Debemos someternos a las autoridades existentes. De acuerdo al Nuevo
Testamento parece que Dios no tiene intención de que los cristianos sean
los gobernantes de este siglo. Sin embargo, en el Antiguo
Testamento vemos que las condiciones de gobernantes son: rectitud, imparcialidad, justicia y cuidado por el pobre.
5. PASTORES:
Los pastores son la autoridad delegada ante la congregación local.
Una de las cualidades esenciales de los pastores está mencionada en Tito
1:7 Autocontrol. Deben saber obedecer para
ser ejemplo a otro.
Dios nunca permite que un pastor sea de aquellos que les gusta el primer lugar,
como Diotrefes; (en 3ª de Juan 9-10). En 1ª de Timoteo 3:4 vemos otra cualidad
esencial: deben gobernar bien su casa. Se refiere
a los hijos: mantenerlos sumisos y respetuosos en todo sentido.
Otro requisito de un pastor es: no debe ser presumido, porque
todo aquel que es conciente de su autoridad no es apto para
estar en autoridad; por esto no es recomendable que un recién convertido sea
elegido pastor.
“REPRESENTAR AUTORIDAD ES
REPRESENTAR A DIOS”
“PARA ESTAR EN AUTORIDAD, SE
DEBE DAR EJEMPLO EN TODO”
DIOS RESPETA SU AUTORIDAD
DELEGADA.
Dios siempre es fiel con los que representan su
autoridad; y cuando sus representantes se equivocan, es sólo Dios
quien los juzga, y no permite que los que están bajo su autoridad
delegada digan algo contra sus delegados.
Una excepción se encuentra en el Nuevo
Testamento cuando Pedro responde diciendo que es menester obedecer primero a
Dios antes que a los hombres, en cuanto a la predicación de Cristo. Esto se
debió a que la autoridad delgada en este caso, estaba violando el
mandato de Dios.
Esta declaración tan particular de Pedro, sólo puede ser dado en
situaciones especiales. En todas las demás circunstancias debemos
aprender a obedecer a la autoridad delegada. Nunca llegaremos a
la obediencia por medio de la rebelión.
LA AUTORIDAD ENCUENTRA SU
MAXIMA EXPRESION EN EL CUERPO (LA IGLESIA)
La
máxima expresión de la autoridad de Dios la encontramos en el
cuerpo de Cristo, su Iglesia; a pesar de que Dios ha establecido el proceso de
autoridad, ésta no es perfecta en las relaciones de leyes y gentes, padres é
hijos, esposos y esposas, amos y siervos, porque todas estas son instituciones
y siempre hay la posibilidad que la subordinación no sea
de corazón.
Solamente la relación entre
Cristo y la Iglesia, puede expresar al máximo tanto la
autoridad como la obediencia; porque Dios no ha
constituido la iglesia para que sea una institución, sino que le ha ordenado
ser el cuerpo de Cristo.
Muchas veces pensamos
en la Iglesia sólo como un conjunto de personas con
la misma fe, que viven en amor; pero es más que eso. La Iglesia es
el cuerpo de Cristo, y Cristo es la cabeza de ella; o sea, que no
pueden estar separados.
En el mundo, los padres pueden
abusar de su autoridad con los hijos; los gobiernos pueden emitir leyes
erróneas y los amos pueden maltratar a sus siervos. De esta manera la autoridad
no es perfecta; pero Dios desea que su autoridad y la obediencia a
Cristo por parte de su Iglesia, sean perfectas. Tan pronto
como la cabeza concibe una idea, los dedos se mueven naturalmente, armoniosamente,
y esa es la intención de Dios para nosotros, que estemos en perfecta
obediencia. Dios no estará satisfecho hasta que este mismo grado de
obediencia se vea en el cuerpo (Iglesia) y la cabeza /Jesucristo).
Dios está tratando de
establecer su autoridad en el universo, y la única manera de hacerlo es
por medio de su Iglesia. Así que sobre nuestras espaldas está
la responsabilidad de manifestar su autoridad.
LA VIDA HACE LA
OBEDIENCIA SENCILLA
Para el mundo, el obedecer es
difícil, así como lo fue para los israelitas, porque no tienen lazo alguno con
la vida; pero para nosotros que tenemos la vida, el
desobedecer debería ser lo difícil; esto resulta porque hay alguien
en nuestro interior, el Espíritu Santo, que nos dirige y controla en todo.
Debemos estar felices y tranquilos al someternos a la autoridad de Dios.
El Señor nos llama a aprender obediencia en el
cuerpo (La Iglesia), en el hogar y en el mundo; pero si la aprendemos
en la Iglesia, no deberíamos tener dificultades en las
otras
áreas. Es en la Iglesia donde se aprende la
obediencia. La cabeza y los miembros se encuentran
en la Iglesia; sino aprendemos obediencia allí, no la aprenderemos
en ninguna otra parte.
Definición de sumisión y Obediencia.
La Sumisión es una
actitud del corazón y la Obediencia tiene que
ver con la conducta, el comportamiento.
Según Hechos 4:19, Pedro y
Juan no fueron rebeldes, no tenían un espíritu de rebeldía en
su corazón, estaban sujetos a ellos como autoridad. La obediencia a la autoridad delegada es relativa,
no siempre se tiene que obedecer; no es absoluta.
CUANDO SE NOS MANDE HACER ALGO QUE VA ENCONTRA DE LOS
MANDAMIENTOS DEL SEÑOR, NO TENEMOS PORQUE OBEDECER; ESTO NO ES
REBELDIA, YA QUE EN EL CORAZON ESTAMOS SUJETOS.
La sumisión es absoluta,
pero la obediencia es relativa; la obediencia a la voluntad de Dios
es siempre absoluta.
El que conoce la autoridad
debe portarse calmado y tranquilo y estará
absolutamente en sumisión, tanto de actitud como de palabras.
No habrá señales de carnalidad ni
de rebeldía.
Cuando las autoridades delegadas (representantes de Dios) o la autoridad
directa (Dios mismo) están en conflicto, podemos mantener la sumisión, pero no
obedecer a dichas autoridades delegadas.
Lecciones aplicables.
1. La
obediencia es un asunto de conducta: es relativa, no siempre se
obedece.
2. La sumisión
está relacionada con la actitud del corazón: es siempre
absoluta.
3. Solamente
Dios debe recibir obediencia absoluta, sin medida.
4. Si alguna
autoridad delegada da una orden en contra de los mandamientos del Señor, debe
recibir sumisión (actitud del corazón), pero no obediencia.
La medida de la obediencia a
la autoridad delegada
Hebreos 11:23; Mateo 2:13; Hechos 5:29; Éxodo 1:17; Daniel 3:14-18;
6:10.
Ejemplos de medidas de obediencia a la autoridad delegada:
A. Las parteras:
Éxodo 1:15-21
B. Los
tres amigos de Daniel: Daniel 3:14-18
C. Daniel. Daniel
6:4-23
D. Pedro: Hechos 5:
27-33
CARACTERISTICAS INDISPENSABLES
DE LA PERSONA OBEDIENTE
¿Cómo podemos saber si una persona es obediente a la autoridad?
Hay cinco características principales:
1. La persona
que conoce la autoridad de Dios, tratará siempre de buscar la
autoridad en el lugar a donde vaya. Si ya ha aprendido la
obediencia en la Iglesia, automáticamente buscará
autoridad en el lugar donde esté.
2. La persona
que conoce la autoridad de Dios, es tierna y suave; por
temor a cometer algún error, se porta con templanza.
3. La persona
que realmente ha conocido la autoridad, no le gusta estar en
autoridad; no tiene ni el pensamiento, ni el interés de llegar a estar en
autoridad. No se deleita en controlar a otros.
La perfecta obediencia siempre teme cometer errores. El que piensa que
es autoridad, no es digno de ser autoridad; a mayor autoridad
que se posee, menor conciencia se debe tener de ella.
4. Es una
persona que mantiene su boca cerrada, pues
sabe que si habla mucho y descuidadamente, puede cometer
faltas contra la autoridad y por esto hay en el una sensibilidad hacia
la autoridad.
5. Es una
persona sensitiva a cada acto de rebeldía que se comete a
su alrededor; ve los actos de rebeldía que se cometen en el mundo y
en la Iglesia. Esta persona es la más llamada a enseñar a
otros la obediencia.
TRES REQUISITOS DE LA
AUTORIDAD DELEGADA
A pesar de que Dios sostiene
el universo por su autoridad, El une a sus hijos por medio de
la autoridad. Si alguno de sus hijos quiere estar independiente, y ser autosuficiente,
y no sujeto a la autoridad delegada de Dios, esta persona no está colaborando
con el plan de Dios en la
Tierra. Cada uno de nosotros debe buscar a
quien obedecer, para estar bien coordinado con otros; muchos hemos fallado en
este punto.
Hay en la iglesia muchas
autoridades delegadas a quienes debemos someternos. Sometiéndonos
a ellas, nos sometemos a Dios; no estamos llamados a escoger a
quien someternos, sino aprender a obedecer. No hay nadie que
sea autoridad delegada por Dios, sin antes haber aprendido a estar bajo
autoridad; nadie puede ejercer autoridad, hasta que su propia rebeldía
haya sido quebrantada.
Requisitos:
1. Debe saber que
toda autoridad proviene de Dios: Romanos
13:1.
La persona no es en sí la autoridad; sus
opiniones, ideas, pensamientos, no son mejores que los de otros. Sólo lo que
viene de Dios constituye autoridad y demanda obediencia
del hombre.
Una autoridad delegada representa la autoridad de Dios, nunca asume que
la persona sea la autoridad.
2. Debe negarse a
si mismo.
Hasta no llegar a conocer la voluntad de Dios, uno debe mantener
su boca cerrada.
Dios nunca podrá usar una persona llena de opiniones,
ideas y pensamientos a menos que sea completamente quebrantada por
el Señor. Dios nos llama a representar su autoridad no a sustituirla.
Este requisito no quiere decir que para ser usado por Dios, la persona
debe ser reducida a no tener opiniones, ni pensamientos ni
juicios: lo que no debemos es considerarnos ser Cortes Supremas de Justicia, el
que así lo haga, será considerado incalificado para estar en autoridad.
3. Debe
mantenerse en constante comunicación con Dios.
Debe haber no sólo comunicación, sino también comunión.
Mientras más cerca estamos del Señor, más claramente veremos nuestras faltas.
El temor de Dios es una virtud que sólo poseen aquellos que
siempre esperan en el Señor. La comunión significa
vivir en la presencia de Dios continuamente, y no de vez en cuando.
Conclusión: Como toda autoridad proviene de Dios,
nosotros somos sólo representantes; como la autoridad viene de Dios debemos
vivir en comunión con El; cuando cesa la comunión, cesa también la autoridad.
Nunca debemos tratar de establecer nuestra propia autoridad,
si en realidad tenemos autoridad que viene de Dios, no debemos tratar
de imponerla a los demás; pues si desobedecen lo
hacen a Dios y no a nosotros.
A pesar de que David había sido señalado por Dios para ser rey, por
muchos años él permaneció bajo órdenes de Saúl. El no se preocupó por
establecer su propia autoridad. Por esta razón no es placentero escuchar a los
esposos decir: “Yo soy la autoridad establecida por Dios”. Si Dios le ha
escogido para estar en y ejercer autoridad, debe recibirla con humildad.
CUALIDADES DE LAS PERSONAS QUE
ESTAN EN LA AUTORIDAD DELEGADA
Ninguna autoridad delegada por Dios en el A.T., es mayor que aquella
dada a Moisés, por esto le usamos como ejemplo.
1. No
escuchar palabras calumniosas: Números 12.
Cuando Aarón y María hablaron en contra de Moisés, éste ni
siquiera puso atención a las palabras de aquellos. La
Biblia simplemente nos dice que “Jehová lo oyó”; fue como si Moisés nunca
hubiera escuchado las palabras de los que hablaron contra él. Aquí encontramos
a un hombre que no fue impresionado por las palabras de los
demás.
2. No
auto defenderse: Moisés no lo hizo.
La defensa debe venir de Dios, no de nosotros mismos. Nadie en la tierra
tuvo más autoridad que Cristo; sin embargo, El no se defendió así mismo. La
autoridad y la autodefensa son incompatibles. Cuando
alguien trata de justificarse pierde la autoridad.
3. Tener
una actitud de siervo.
Ser siervo de Dios significa que pertenezco a
El, soy su posesión; he sido vendido a El, y por consiguiente he
perdido mi libertad. Siervo es dejar de ser alguien para llegar a ser
nadie; es alguien cuya voluntad está sometida a la voluntad de otro.
Números 12:2 nos dice que Dios oyó la acusación y el versículo 4 nos
dice que Dios tomó acción; pero en medio de los dos está el versículo 3 que
dice: “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había
sobre la tierra”.
Aquellos que Dios coloca en autoridad son mansos y dóciles.
La gente erróneamente a menudo cree que las cualidades para estar en
autoridad son: personalidad fuerte, buena apariencia, tener poder, poseer ideas
claras y labios elocuentes, personas engrandecidas; pero no es así. Nadie
en el A.T. sobrepasó a Moisés como autoridad establecida por Dios, a pesar que
era el más manso de todos los hombres. Cuando estuvo en Egipto era fuerte,
dominante, porque actuaba en la carne; pero después de pasar por muchas
dificultades; a medida que caminaba con Dios, se volvió manso y entonces fue
usado para ser autoridad.
4. No tener sentimientos personales.
En Números 12:8 preguntó Dios: ¿Porque no tuviste temor de hablar contra
mi siervo Moisés?, pues para El lo que ellos habían hecho era terrible. Aquí
vemos como Dios defiende su autoridad, no la de Moisés. El no le preguntó
porque habían hablado contra Moisés, sino contra su siervo Moisés.
Mientras esto sucedía, Moisés no abrió su boca, permaneció en silencio
como si fuera espectador, no murmuró ni reprobó. No tenía
sentimientos personales, ni opinión propia; tan pronto el propósito de Dios fue
cumplido, Moisés olvidó rápidamente lo sucedido, por eso
exclamó en versículo 13 “Te ruego, oh Dios que la sanes ahora”. Esto nos enseña
que la autoridad es colocada para ejecutar órdenes de Dios y no para autovalorarse.
Ser autoridad delegada por Dios no es cosa tan fácil, porque requiere estar
vacío de uno mismo (no tener sentimientos personales).
EL CARÁCTER DE LA AUTORIDAD DELEGADA
1. Misericordia: Números
16: 4
Misericordia significa: bondad, compasión, gracia, benevolencia.
La primera reacción de Moisés ante la rebelión fue de misericordia: se
postró sobre su rostro (Números 16:4). El hecho de postrarse sobre su rostro
demostró una vez más que estaba vacío de sentimientos personales y luego les
dijo en el versículo 5 que no tenía necesidad de defenderse así mismo, porque
Dios lo haría por él.
2. Exhortación y Restauración: Números
16:8-12
Moisés exhortó a Coré con palabras de restauración. El conocía
la seriedad del asunto y estaba realmente preocupado por
los rebeldes. La exhortación (animar, estimular al débil) implica mansedumbre,
porque persuade en lugar de atacar. El no exhortar en una situación como esta,
demostraría falta de humildad.
Moisés trató con los rebeldes por separado (versículo 12). La respuesta
negativa de ellos demuestra que habían roto definitivamente con Moisés. Esto
nos enseña que aquel que representa autoridad busca siempre la
restauración, no la división, aún si es rechazado. En
el versículo 22 continúa intercediendo por la congregación y finalmente Dios
toma acción.
3. No tener
espíritu de juicio.
Mientras Dios preparaba el juicio para los
rebeldes, Moisés dijo claramente: “En esto conoceréis que Jehová me ha enviado
para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad”
(versículo 28). En ningún momento Moisés tuvo intención de
juzgarlos, sino que dejó esto en manos de Dios; por esto en el
versículo 30, Dios obró un gran juicio para demostrar la autoridad que El había
delegado en Moisés.
4. Intercesión y Expiación.
A pesar de lo sucedido el día anterior, el
pueblo volvía a murmurar (versículo 41). La condición interna de los rebeldes
permanecía igual; pues no habían encontrado la gracia de Dios. Humanamente
hablando, Moisés debería estar muy enojado por el ataque; pero la reacción de
Dios vino más velozmente que la de Moisés y Aarón (versículo 42). A pesar de
esto, ellos volvieron a postrarse sobre su rostro por tercera
vez (versículo 45) e hicieron expiación por la congregación
(versículo 46). La plaga ya había comenzado y ahora Aarón se colocaba entre
la muerte y la vida, de manera que cesó la plaga.
Si ellos no hubieran actuado de
prisa, seguramente más personas habrían muerto (vr. 49).
La manera como alguien
reacciona, demuestra que clase de persona es. Muchos
piensan sólo en si mismo, pero el siervo fiel se olvida de si mismo y
piensa en las demás personas. Dejemos que sea Dios quien juzgue;
pues el carácter de aquel que está en autoridad, es misericordioso.
LA BASE DE LA
AUTORIDAD DELEGADA ES LA VIDA DE RESURRECCION.
El capitulo 17 de Números relata
como Dios mandó que cada uno tomara una vara (cada tribu). Estas varas son
ejemplo de la muerte y sequedad, pues no tenían
raíces, ni hojas, ni flores, ni frutos; pero Dios dijo que la vara que
floreciera sería la escogida por El. Esto demuestra que la resurrección es
la base para la elección y para la autoridad.
En el capitulo 16 la gente se
reveló contra la autoridad delegada, en el 17, Dios confirma la autoridad de su
escogido y lo hace por medio de la resurrección, pues contra esto ya nadie
puede murmurar ya que no es cosa de hombres, sino de Dios.
Naturalmente Aarón y todos los
israelitas, descendían de Adán; así las doce varas eran iguales entre si, sin
vida, muertas. La base del ministerio está en recibir una vida
de resurrección.
La autoridad no depende de la
persona, sino de la vida de resurrección; Aarón no era
diferente a los demás, excepto en que Dios lo había escogido.
La vara indica la posición del
hombre, pero el hecho de retoñar indica vida de resurrección. Antes Aarón
estaba en la misma posición de los líderes de las once tribus
y no tenía autoridad sobre ellos; pero al retoñar su vara, era señal de
ser escogido por Dios. Esto es vida por encima de
la muerte, por esto decimos que la resurrección es la piedra de tropiezo,
porque ante ella nadie puede argumentar.
La autoridad no depende de la
posición de liderazgo, sino de la experiencia de muerte y
resurrección, en base a la gracia y elección de Dios, la cual
no da cabida al orgullo.
¿QUE ES LA RESURRECCION?
Resurrección significa
que está fuera de lo natural, es lo que yo no puedo hacer,
porque está fuera de mis capacidades, pero que Dios sí puede hacer.
Que absurdo y necio hubiera
sido Aarón si hubiera tratado de hacer retoñar su vara; aunque le hubiera
dibujado flores de colores no hubiera revivido. Si tenemos alguna autoridad,
debemos confesar que es obra de Dios, no nuestra.
LA RESURRECCION ES REGLA PERMANENTE DE SERVICIO
Dios hizo devolver todas las
varas a sus respectivos dueños, pero la de Aarón debería permanecer en el arca
como memorial eterno.
Esto indica que la
resurrección es señal permanente de servicio, y a
menos que el servicio haya pasado de la muerte a la resurrección, no es aceptado por
Dios.
Pablo expresa en 2ª de
Corintios capítulos 4 y 5 el punto principal de su ministerio, el cual es
MUERTE Y RESURRECCIÓN. En nosotros sólo hay muerte, pero en el Señor está la
resurrección.
Para ser autoridad delegada
por Dios no sólo debemos tener una vida de resurrección sino también retoñar, florecer y
dar fruto hasta llegar a la madurez.
MAL USO DE LA AUTORIDAD Y EL GOBIERNO
DISCIPLINARIO DE DIOS
Números 20: 2-3; 7-13
Números 20: 23-28
Deuteronomio 32: 48-52
1. La autoridad
delegada debe santificar a Dios.
Después de 30 años en el
desierto, el pueblo ya había olvidado las lecciones que aprendió en su
rebelión.
Llegaron al
desierto de Zin y como no había agua, murmuraron. Dios no se enojó; sólo mandó
a Moisés que tomara la vara y hablara a la roca;
Moisés tomó la vara, símbolo
de la autoridad de Dios, en sus manos; pero fue tan provocado por
el enojo del pueblo que los llamó ¨rebeldes¨ y golpeó la roca.
Aunque Moisés erró, el agua todavía brotó. (vrs. 10-11).
Dios
reprendió a moisés (versículo 12). “…no creísteis en mi
para santificarme delante de los hijos de Israel”. De si mismo
Moisés tuvo espíritu incorrecto: “Ví a mi pueblo con sed, y
estaba dispuesto a darles agua, ¿porqué les regañaste? Dios no
regañó a la gente, Moisés lo hizo.
Moisés dio al pueblo una imagen equivocada
de Dios, como si a Dios le faltara gracia.
2. Ser
autoridad es representar a Dios.
En ira o en misericordia, la
autoridad debe ser igual a Dios.
Si estando en autoridad nos
equivocamos, debemos reconocer que es nuestro error y no de
Dios. Nunca debemos involucrar a Dios en nuestros
errores. Porque Moisés mal representó a Dios, tenía que ser juzgado.
Si alguien en autoridad mal representa a Dios y no lo confiesa, Dios
tiene que vindicarse.
Así Dios
mostró que eso fue de Moisés y no de El. El pueblo murmuró y se reveló y Dios
no lo juzgó. ¿Cómo podía Moisés ser tan impaciente para juzgar al pueblo antes
que Dios lo hiciera?
Al representar a Dios, si nos
enojamos, debemos confesar que es de nosotros y no de Dios;
separemos las cosas nuestras y las de Dios.
Cuando nos equivocamos, debemos confesar,
así no damos lugar a Satanás, ni caemos en oscuridad. Si confesamos
primero, Dios no tendrá que defenderse y seremos librados de caer en su mano
de justicia.
3. La autoridad
delegada no debe cometer errores.
Para que nuestro servicio
sea aprobado por Dios, no debemos servir en nuestra fuerza, sino
en el terreno de la resurrección. No tenemos autoridad, representamos
autoridad. Así la carne no tiene lugar, pues sólo causamos problemas
si actuamos de acuerdo a nuestros caprichos. Dios tiene un
pensamiento: establecer su autoridad en la tierra.
En la iglesia la sumisión a la
autoridad tiene que ser absoluta; sin sumisión, no hay iglesia. Pero se
observan dos problemas en la iglesia: falta de sumisión absoluta y
presencia de autoridad equivocada. De esta corrección
depende su futuro.
4. La autoridad
proviene del ministerio y éste de la resurrección.
Si no hay resurrección, no hay
ministerio y si no hay ministerio, no hay autoridad. El ministerio de Aarón
vino de la resurrección, si no, era imposible su servicio. Dios nunca ha puesto
autoridad sin ministerio. El da ministerio y da autoridad.
Moisés y Aarón aceptaron ser
excluidos de Canaán para que Dios se vindicara; no tuvieron
pretextos. Muchas veces intercedieron por el pueblo, pero ahora no piden por si
mismos. Fue un precioso silencio.
La autoridad fluye del
ministerio; éste, de la resurrección y tiene raíces en Dios. Cuando un líder
mal representa la autoridad de Dios, su ministerio cesa, como en
Moisés y Aarón.
LA AUTORIDAD DELEGADA DEBE ESTAR BAJO AUTORIDAD
1ª Samuel 24: 1-6; 26: 7-12
2ª Samuel 1: 5-15
David estaba seguro de llegar
a ser rey; Saúl ya estaba rechazado por Dios; pero David sigue sumiso bajo su
autoridad; no trató de establecer su propia autoridad.
Características:
1. Espere que
Dios confirme la autoridad.
En 1ª de Samuel 24, David en-gadi corta un
pedazo del traje de Saúl, pero le molestó la conciencia. David
nunca anuló la autoridad de Saúl. Esperó que Dios le confirmara su autoridad.
No trató de ayudar a Dios; aprendió a no tratar de asegurar su
propia autoridad.
2. La autoridad
tiene que ser escogida por Dios y por la iglesia.
En 2ª Samuel 1:5-15, David juzga al amalecita por la muerte de Saúl,
pues había violado la autoridad; la violación no fue directamente contra David,
pero este lo juzgó porque pecó contra la autoridad.
Después de la muerte de Saúl, David preguntó a Dios a que ciudad debía
ir; humanamente David y su ejército debían ir al palacio de Jerusalén,
aprovechando la ocasión, pero Dios le dijo Hebrón, una ciudad pequeña.
Así David probó que no estaba buscando autoridad,
esperaba de Dios esa autoridad. Samuel lo ungió como escogido de
Dios, ahora Judá lo ungió como escogido del pueblo; esta acción tipifica la
iglesia. Estar ungido de Dios es una cosa y estar ungido de la gente es
otra. Tiene que ser escogido por Dios y por la
iglesia.
David no fue a Jerusalén porque esperaba que la gente lo escogiera, se
quedó en Hebrón 7 años; fue paciente. Dios no da autoridad a una persona
con orgullo y que busca gloria. Dios ungió a David para reinar
sobre todo el pueblo, no solo sobre Judá, pero el pueblo no lo había aceptado
completamente. Como la casa de Judá lo ungió como rey, sobre ellos reinó; lo
demás podía esperar.
Después de reinar sobre Judá 7 años, todas las tribus lo ungieron como
rey. Así fue rey de Jerusalén 33 años. La autoridad no puede ser impuesta sobre
la gente; tiene que ser establecida por Dios y ungida por el
hombre. En esos 7 años no dudó que reinaría sobre todo el pueblo, así se
sometió a la mano de Dios.
Los que conocen a Dios, pueden esperar.
Si la condición es correcta será reconocido no sólo por Dios, sino que también
por la iglesia.
3. Manteniendo la
autoridad.
¿Por qué tenia que esperar en Hebrón David? Después de la muerte de
Saúl, su hijo siguió como rey de Jerusalén. Unos hombres lo mataron y llevaron
la cabeza a David, pensando que le serían buenas noticias. David los mató, los
juzgó porque se revelaron contra la autoridad. Hay que saber ser
autoridad y mantener autoridad.
Nadie debe permitir que la autoridad de otro sea dañada por
establecer su propia autoridad. Aún
cuando la rebelión sea contra otra autoridad debe ser juzgado.
4. La autoridad
debe soportar provocaciones.
El espíritu rebelde es contagioso.
2ª Samuel 16:8-11 nos demuestra que David fue hombre quebrantado y
tierno, necesitamos un toque del espíritu de David, ya que éste fue hombre de
obediencia absoluta, se sometió a Dios en todo.
El hombre con la autoridad que Dios establece es capaz de soportar provocación. Si la
autoridad que posee no puede ser ofendida, no es digno de ser autoridad. Solo
los obedientes son dignos de autoridad.
5. La autoridad
no necesita mantenerse así misma.
Absalón tuvo una doble rebelión: contra su padre y contra el rey. En 2ª
Samuel 15 se describe a David como una persona mansa, tierna, humilde,
perdonador.
Si llevaba el Arca lo seguiría mucha gente; prefirió no
llevarla (2ª Samuel 15:25-26) mostró sumisión completa delante
de Dios.
Un rey que tiene la autoridad establecida por Dios, ¿por qué debe luchar contra
los hombres? David no tenía necesidad de buscar apoyo para
mantener su autoridad.
El que representa autoridad debe ser humilde delante de
Dios y de su pueblo. No debe tener soberbia
ni buscar mantener su propia autoridad.
6. No
estar consiente de si mismo como autoridad.
En 2ª Samuel 7:18 David adoró a Dios, tenía espíritu tierno y sensitivo;
antes de ser rey, David fue temible guerrero, ya como rey se sentó en el suelo
y fue humilde.
El que piensa que es autoridad, no es digno de
ser autoridad. A mayor autoridad que se posee, menor conciencia se
debe tener de ella.
7. Aprendiendo
a humillarse bajo la poderosa mano de Dios.
David no volvió al palacio inmediatamente después de la muerte de
Absalón; porque Absalón también fue ungido por el pueblo. Esperó hasta que
le pidieran que volviera como rey; originalmente fue puesto por
Dios, pero aprendió a humillarse bajo su poderosa mano.
Necesitamos el espíritu de David, no defendernos a
nosotros mismos, ni hablar por si mismo, humillándonos delante de Dios. Aquel
que sabe obedecer, sabrá estar en autoridad; en cuanto más bajo se postre uno
delante de Dios, El lo honrará.
HASTA DONDE LLEGUE NUESTRO TESTIMONIO, LLEGA NUESTRA AUTORIDAD.
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