viernes, 9 de febrero de 2024

Manual del Ujier

 


Requisitos espirituales

1.    Salvo y bautizado.

2.    Ser miembro activo dando sus diezmos y ofrendas.

3.    Apoyar financieramente el programa de misiones.

4.    Ganar almas con la iglesia en los tiempos establecidos.

5.    Vivir una vida separada del mundo tanto integra como en apariencia.

6.    Estar involucrado en las actividades de la iglesia.

7.    Respetar y ser leal a su Pastor.

8.    Respetar y ser leal a su director de ujieres.

9.    Asistir a los entrenamientos programados.

10.  Todo integrante del equipo de ujieres debe respetar las reglas de apariencia física.

 

Reglas de apariencia física

11.  Los pantalones no deben ser jeans.

12.  Los pantalones no deber ser ajustados.

13.  Los pantalones aceptados son de vestir no punta de yuca ni acampanados deben ser formales.

14.  El cabello debe estar bien recortado.

15.  Deben de usar camisas de vestir y siempre usadas con corbata.

16.  Deben usar su barba o bigote bien recortado.

17.  Sus zapatos bien lustrados.

18.  Dientes cepillados.

 

Reglas de carácter

19.  Siempre mantener una sonrisa

20.  Cumplir con cada regla de vestuario de apariencia física.

21.  Estar listo 30 minutos antes de cada servicio.

22.  Tener listo y ordenado el templo.

23.  Indicar a las personas que entran al templo donde sentarse

24.  Recibir con un apretón de mano fuerte para hombres y delicado para damas.

25.  Supervisar que todo esté listo y organizado en relación con la música como instrumentos, pistas, proyector, micrófonos, letras de himnos, pedestales para micrófonos, ventiladores, baños, proyectores de cada detalle para el funcionamiento del servicio.

26.  Entregar programas del servicio a todos los servidores escritos o en digital.

27.  Ayudar con niños llorando o corriendo mantener el orden con amor y humildad.

28.  Entrenar a los que recogen ofrendas donde y como pararse además del orden de recolección.

29.  Estar pendiente del Pastor, ser su ayuda en todo momento.

30.  Mantener el orden el parqueo.

31.  Ayudar a todos los hermanos y mayormente a las embarazadas, mamás con bebes y de la tercera edad con amor y gozo.

32.  Mantener una actitud de gozo, amor, paciencia y servicio recordando que el ujier es el representante de la iglesia, del pastor y el modelo de cristiano que los nuevos creyentes he invitados deben aspirar a ser.

 

 

UJIER (Trasfondo histórico y bíblico)

En esta primera parte analizaremos tanto la historia del término como las palabras bíblicas relacionadas con sus funciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Revisaremos, finalmente dos modelos bíblicos de servicio, uno del Antiguo y otro del Nuevo Testamento.

 

Historia del término “Ujier”.

Durante la edad media, la palabra Ujier hacía referencia a la persona encargada de guardar las puertas en los palacios. Cuidaban de que solamente pasaran al interior aquellas personas que tuvieran motivos serios para reunirse con el rey.

 

En aquellos tiempos uno de los personajes más importantes del gobierno era justamente la persona encargada de guardar las puertas del palacio. En sus manos se hallaba la llave del mismo. Por ende, debía ser alguien que gozara de toda la confianza del rey. Si el ujier traicionaba al rey, las llaves del palacio y con ellas el rey mismo podían caer en manos enemigas. El ujier era el que concedía o negaba acceso al rey.

 

En la actualidad es usada con poca frecuencia. No obstante, “en algunos tribunales y cuerpos del Estado [el Ujier] tiene a su cargo la práctica de ciertas diligencias en la tramitación de los asuntos, y algunas veces cuida del orden y mantenimiento de los estrados.”

 

Podemos decir en síntesis que la labor del ujier está relacionada con
1) la recepción de las personas a la entrada del edificio;
2) la custodia de las puertas, así como el cuidado de que las diferentes actividades que se realizan al interior sean hechas sin ningún contratiempo; finalmente,
3) velar por la adecuada presentación de las instalaciones, en la medida de sus posibilidades.

 

En la Biblia

Aunque la Palabra “Ujier” no se encuentra en la Biblia, las principales responsabilidades del mismo pueden ser percibidas a lo largo de sus páginas. Veamos algunos ejemplos.

 

En el Antiguo Testamento

En la Biblia no se halla la palabra Ujier, pero sí encontramos en el Antiguo Testamento una muy parecida y de igual importancia: shoér que quiere decir: custodio de la puerta o portero. En 2da Crónicas 8: 14 se nombran los siguientes cargos como los más importantes de la labor del templo:

 

Los Sacerdotes: Encargados de los sacrificios y de interceder por el pueblo, los levitas: encargados de cantar y ayudar a los sacerdotes, los porteros: encargados de guardar las puertas del templo, en 1ra Crónicas 23: 5 se hace un censo de los levitas que da los siguientes resultados:

 

38000 Levitas

24000 Encargados de organizar las actividades del templo

6000   Encargados de las actividades de secretaría y legislación

4000   Encargados de custodiar las puertas

4000   Encargados de las alabanzas.

 

Es decir, los ujieres o encargados de las puertas eran también levitas y se hallaban en igual prominencia que los cantores.

 

 

 

2da Crónicas 23:19 dice que los porteros habían sido colocados para que no entrase absolutamente nada inmundo. Según 2da Crónicas 31:14, el levita Coré, guarda de la puerta oriental, estaba encargado de

 

Recibir las ofrendas voluntarias, Administrar las ofrendas voluntarias del Señor, Administrar los dones consagrados. Al finalizar su labor de reconstrucción de la muralla, Nehemías asigno (7:1): Porteros, Cantores, Levitas.

En el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento también hallamos las funciones relativas al ujier. Quizás la más importante sea la referente a la multiplicación de los panes y los peces en Juan 6:1-15. El relato nos permite ver claramente que los apóstoles debieron fungir como ujieres en ciertas ocasiones. Su labor era muy importante para que el ministerio de Jesucristo pudiese seguir adelante. De no haber tenido a sus discípulos cerca estas hubiesen sido las funciones que Jesús habría tenido que realizar por su propia cuenta:

 

Buscar entre la multitud a quien tuviese algo de comer. (Captación de recursos)

Organizar a las cinco mil personas. (Administración de Recursos Humanos)

Sentarlas en la hierba de aquel lugar. (Organización de eventos)

Orar por lo alimentos que Dios estaba proveyendo. (Ministerio Sacerdotal)

Repartir entre los cinco mil presentes lo que Dios dio. (Administrador/Contador)

Recoger lo restante.

Contabilizar, almacenar y transportar el sobrante.

 

A lo mejor le hubiese tomado todo el día tan sólo realizar todas estas actividades. Sin embargo, los doce discípulos están allí para hacer muchas de estas labores de modo que se puedan agilizar los procesos y la gente pueda ser confrontada con el mensaje de Jesucristo sin interrupciones.

 

De igual manera vemos que cuando la iglesia empieza a surgir, los apóstoles sienten el mismo apremio frente a las responsabilidades administrativas. Si bien sabían que la labor de ayuda al necesitado era importante, esta los estaba absorbiendo de tal manera que no podían dedicarse a lo que era su verdadera función. Los doce entonces se dirigen a la congregación y dicen: –No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas. La preocupación de los apóstoles no tiene que ver con la indignidad del servicio sino con la prioridad de su llamado. Es por esto que, a quienes comisionan para los asuntos administrativos, son personas seleccionadas en base a ciertos criterios básicos como son:

 

Buen testimonio

Llenos del Espíritu Santo

Llenos de sabiduría

Si hubiese sido una función sin mayor importancia, los doce no hubiesen planteado prerrequisitos tan fuertes. Las funciones relacionadas con la administración y el orden de la casa del Señor son muy importantes.

 

Ahora bien, lo que hemos venido diciendo se aplica tanto para los diáconos como para los ujieres. Los primeros serán los encargados de administrar los recursos destinados a los necesitados y de dar a los que menos tienen en la iglesia. Los segundos se encargan de recibir a los creyentes y de velar por que el culto se desarrolle sin contratiempos.

 

Tanto los unos como los otros deben ser de buen testimonio y llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. Tanto los unos como los otros son responsables delante de Dios de su función. Tanto los unos como los otros sirven a Dios por medio de lo que están haciendo.

EL UJIER (Servidor de la iglesia y de su Pastor)

Juan 12:26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

1ra Corintios 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

 

Muchas personas nunca han notado el ministerio de ayuda en la Biblia. Han resaltado a los apóstoles, los profetas, maestros, los milagros, las sanidades, lenguas y su interpretación. Pero cuando llegan a ayuda y administración, muchas personas dicen, “Debo haber pestañado y no vi ese ministerio”. Pestañaron porque “ayuda” no pareció muy importante.

 

Pero Dios ha establecido el ministerio de ayuda en la iglesia. Usted como ujier de su iglesia, pertenece a la categoría del ministerio de ayuda.

 

Esta Escritura revela 2 verdades importantes: 
1. Su ministerio es ordenado y ha sido divinamente colocado en la iglesia con un propósito.

2. Su ministerio de ayuda es tan importante como el de apóstoles, profetas y maestros.

3. Y como claramente dice la porción bíblica es ayuda dentro del cuerpo de Cristo.     

 

La palabra ayuda viene de la palabra griega antilepsis o antilempsis que significa “sostenimiento, intercambio... Sostener, como para apoyar”

1. Literalmente significa “uno que da ayuda”. Ayuda describe “una de las ministraciones de la iglesia local, en forma de dar asistencia, quizás y sobre todo de atender al más débil y necesitado.”

2 En otras palabras, si está ayudando a alguien en la iglesia o asistiendo al débil y necesitado, está trabajando en el ministerio de ayuda.

 

La visión de un ujier es la de un acomodador, con camisa blanca y enguantando, moviéndose por el cine o el teatro con una linterna. Las personas de la iglesia tienen la idea de que los ujieres sólo las canastas de las ofrendas o que sólo dan la mano, pero la Biblia revela que los ujieres son hombres de confianza que manejan los muchos detalles de gobernar y servir al pueblo de Dios. La palabra griega diakonos utilizada en 1ra Timoteo 3:8 y a largo de todo el Nuevo Testamento describe a los primeros diáconos (ayudantes, servidores) en la iglesia. 

 

Sus responsabilidades incluían la atención en las mesas, alimentación de las viudas en la iglesia y aliviando a los líderes de los incontables detalles diarios del funcionamiento de la iglesia. Hoy en día todo el funcionamiento de la iglesia está a cargo de ujieres dirigido por el liderazgo de su pastor.

 

Al igual que los diáconos del primer siglo, los diáconos de hoy raramente mantienen el poder en la administración. Su comisión se vincula al cumplimiento fiel de los deseos e instrucciones del pastor a través del poder del Espíritu Santo. 

 

Recuerde el relato bíblico en Hechos 6:3-5 con respecto a la búsqueda de los discípulos de los hombres que atenderían las mesas:  Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.

EL UJIER (Sus Obligaciones)

Ayude al Pastor: En primer lugar, un ujier asiste al pastor y le ayuda a cumplir con su visión para la iglesia local. Como ujier, su presencia construirá y contribuirá con el bienestar de su iglesia.

 

Cumpla con las reglas de espiritualidad, apariencia y carácter. Sométase a las reglas, léalas periódicamente, memorícelas y practíquelas para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios, cada regla ha sido establecida para formar cristianos disciplinados, bíblicos y con un corazón de servicio.

 

Encuentre y Salude: En segundo lugar, un ujier es el relacionista público de Dios y representa a la iglesia frente a cada nuevo visitante, es responsabilidad del ujier que las visitas se sientan bienvenidas e importantes. 

 

Mantenga el Orden: La tercera tarea del ujier es mantener el orden y orquestar el movimiento durante el servicio y tiempo de oración. 

 

Sea un Guardián: advierta al desobediente, conforte al desanimado, apoye al débil, sea paciente con todos, mantener el orden también involucra el estar atento ante cualquier movimiento sospechoso hacia el estrado, dentro del auditorio o fuera de este. No permita a nadie hacer un movimiento desautorizado hacia la plataforma del pastor.  Si alguien lo hace, escóltelos rápidamente y calladamente hacia afuera.  Esté especialmente alerta durante tiempos de crisis.

 

Reciba las Ofrendas: La cuarta tarea del ujier es recibir las ofrendas de una manera alegre. Creo que su actitud afectará la buena gana de la congregación para darle al Señor. Las ofrendas realmente han aumentado en las iglesias después de que se enseñaron a los ujieres como recibirlas.  En otras palabras, no lleve una expresión en la cara que indique bancarrota.

 

Preparación Espiritual: El equipo de ujieres deberá estar pasando tiempo en oración antes del servicio, de manera que Satanás no gane posición durante el mismo. Nunca ponga su llamado para servir como ujier por encima de su relación espiritual y tiempo con Dios. Si usted intenta parecer espiritual o tener una actitud de siervo sin oración, su hipocresía lo delatará. 

 

Sea un ujier (TOCDE)

Trabajo en equipo: Los ujieres trabajan mejor en equipo. Incluso Jesús supo esto cuando dijo a los discípulos que sentaran a cinco mil hombres y sus familias antes de alimentarlos milagrosamente con cinco pedazos de pan y dos pescados (Lucas 9:14). Jesús sabía que doce hombres podían atender a una muchedumbre más eficazmente que uno. Es muy importante que ustedes tengan reuniones ordinarias juntos. Deben discutir en cómo mejorar su atención a las personas. Separe tiempo para reclutar a los nuevos ujieres. Es difícil servir como un equipo si nunca se encuentra con los otros miembros de equipo y no entiende sus responsabilidades. Un espíritu de excelencia es lo que Jesús espera de nosotros. 

Oportunidad: La oportunidad es saber cuándo, cómo y qué hacer en cada situación. Cultive su nivel de atención y su habilidad para tomar la iniciativa. Confíe en su intuición o espíritu humano que debe ser sensible al mover del Espíritu Santo. Escuche a su espíritu y fluya con él, listo al cambio cuando llegue. Aproveche compartir el evangelio, hablar del bautismo, consolar, aconsejar, dirigir a otros.

Capacidad para ser Enseñado: El ujier con capacidad de ser enseñado está deseoso de asumir funciones y responsabilidades exigentes tras años de dedicación, entrenamiento y práctica.

Discreción: La discreción es su habilidad de hacer y decir lo correcto sin ofender a una persona, sobre todo en situaciones difíciles. Debe ser capaz de responder mientras guarda la compostura. 

Esmero: El ujier esmerado desarrolla una buena memoria para los nombres. Usando concentración, asociación

(relacionando un nombre con una persona que conoce o algún objeto) y practicando, usted crecerá en su habilidad de hacer que las personas se sientan especiales al recordar sus nombres. 

 


Preparación Personal:
Sus modales, apariencia física y su higiene personal son cruciales como ujier. No ocasione que otros lo eviten debido a situaciones corregibles. 

 

Sus Modales: Nunca avergüence a otra persona. Aprenda a ser sensible a las necesidades y límites de las personas para que puede construir relaciones duraderas. También guárdese contra el favoritismo. El miembro más pobre de la iglesia merece el mismo saludo caluroso que el miembro más rico. No haga distinciones entre los miembros de la congregación.

 

Su Saludo: Mire a los ojos y de un firme apretón de manos iniciado por usted. Tales acciones demuestran un saludo caluroso y las personas se sienten como de la realeza. A algunas personas no les gustan los abrazos, así que permítales establecer los límites.   

 

Saludando a damas: Salude delicadamente y no sea muy meloso sobre todo con señoritas, nunca abrase o mantenga su mano mucho tiempo.

 

El cabello: Siempre mantenga su cabello limpio, aseado y libre de la caspa. Revise meticulosamente el buen estado de su barba y bigote antes de los servicios. 

 

Vestimenta: Preste especial atención a las condiciones de su traje. La ropa refleja actitudes como la honestidad, rebelión, pobreza, o actitudes de “no me importa”. Alguien una vez dijo: “La primera impresión es la que cuenta” pregunte sobre su combinación de colores no descuide los detalles otra persona dijo: “en los detalles esta la perfección”. Asegúrese de que sus pantalones, camisa y saco estén planchados y su corbata derecha. 

 

Aliento: Supere el mal aliento o el aliento a café cepillando sus dientes antes del servicio. Guarde caramelos de menta en sus bolsillos en todo momento. Debido al trabajo activo, use un buen desodorante, pero no agobie a las personas con colonias de fragancia fuerte, ¡Usted no quiere responsabilizarse por los dolores de cabeza de las personas sensible a las fragancias! 

 

Los Zapatos: Zapatos limpios y lustrados son un imperativo. Si usted no dispone de un adecuado par de zapatos hable con el director de ujieres. Él podría hacer o poner en orden la inversión necesitada.

 

Enfermedad: Si se siente afiebrado o está tosiendo, pida oración al pastor y no sirva como ujier. Para proteger y honrar a otros significa que no los expondrá intencionalmente a cualquier tipo de problemas de salud. 

 

La Puntualidad: Intente llegar treinta o cuarenta y cinco minutos antes del servicio para que pueda prepararse. También verifique, para estar seguro, que todo está en orden en el templo. Recuerde: "Temprano es a tiempo, a tiempo es tarde y tarde es inaceptable".

 

Pequeños Suministros: Siempre tenga a la mano lapiceros, lápices, caramelos de menta u otros caramelos dulces en el bolsillo de su chaqueta para prestar al que lo necesita. Anticípese a las necesidades antes de que aparezcan. 

 

Suministros de la Iglesia: Verifique el suministro apropiado de las canastas para la ofrenda, sobres, tarjetas para las visitas y otros formularios aplicables que se reparten durante un servicio. Los ujieres del servicio de media semana pueden realizar tareas de re-suministro y dejar todo dispuesto para el servicio dominical.

 

Los Niños: Aprenda a presentar la disponibilidad de todas las actividades de la guardería y de la Escuela Dominical que coinciden con los servicios regulares. Intente abarcar a los padres antes de que entren en el recinto del servicio. Aníme a los padres para que dejan a sus bebés en la guardería o siéntelos en la parte de atrás y explíqueles que es muy importante que ellos salgan si el bebé hace ruido o se pone inquieto.

 

Vagabundos: Alcohólicos, vagabundo y varios tipos de personas callejeras ingresarán en su iglesia, esperando recibir caridad cristiana, bajo sus condiciones. Siempre que sea posible, llévelos a un lugar privado sin involucrar al pastor y asígnele a un adulto ganadores de almas. Siempre asigne a un ujier al área de los servicios sanitarios. Use discernimiento espiritual y sentido común. Si un errante se niega a cooperar, pídales que abandonen el edificio antes de que llame a la policía. A menudo, un errante con problemas dejará que usted ore por él. Las personas con disturbios mentales o controladas demoniacamente, a menudo se caracterizan por su mirada errante, movimientos rítmicos de balanceo, movimientos irracionales y constante murmuración o hablan consigo mismos. Se trate de problemas mentales o espirituales, tales personas son sumamente inestables y deben de manejarse de inmediato. Avise al director de ujieres y pónganse de acuerdo en oración para que se manifieste inmediatamente el poder de Dios. Luego pida a esta persona que se retire, si se rehúsa, el director de ujieres debe notificar al Pastor. Su Pastor debe tomar la decisión si es que quiere ocuparse del problema desde el púlpito o encargar al cuerpo de ujieres el acarreo corporal de la persona fuera del edificio de la iglesia. Tal levantamiento puede hacerse tan suavemente que sólo las personas cerca del perturbado necesitan saber. Por ejemplo, un pastor notó actividad demoniaca durante un servicio del domingo y detuvo su sermón para pedir a la congregación que se levante un momento a saludarse fraternalmente. Cuando la congregación estaba de pie, los ujieres retiraron a la persona problema tan rápidamente a un lugar de consejería que nadie más se percató la situación.

 

Adultos Mayores: Ofrezca su brazo a las personas de edad mientras caminan hacía su asiento. Si prefieren caminar solas, camine despacio al asiento de fácil acceso que ha escogido para ellas. No demuestre impaciencia o irritación. Si toman su brazo, les avisa qué tan lejos van a caminar mientras lo hace espacio. Pregúnteles si tienen cualquier necesidad especial o podrían necesitar ayuda para acudir a los servicios sanitarios. Ante todo, siempre trate al anciano con respeto. 

 

Servicio de parqueo: Para nuestros adultos mayores ofrézcales estacionar su automóvil. Recíbale con amor y un vaso de café explíquele que ese servicio no es por lástima, sino por el respeto hacia los mayores y para honrarlos. Haga una revisión rápida y completa a su vehículo al salir explique “El líquido de transmisión está bajo. Necesita verificar uno de sus neumáticos, le falta aire. Necesita cambio de aceite”. Etc. Limpie todas sus ventanas. busque adolescentes para ayudar. La Iglesia debe ser un lugar grandioso, un lugar agradable. Estamos aquí para servir y ministrar a las personas. 

 

Minusválidos: Pregúntele a la persona desvalida si necesita ayuda para llegar a su asiento. Nunca intenta coger el brazo de una persona con un bastón o andador ya que estará concentrándose en guardar el equilibrio. También, acuérdese que las víctimas de derrames no tienen sensibilidad en uno de los lados o pueden presentar deterioro del habla, oído o vista.  Si la persona está en silla de ruedas, preséntese y pregunte si necesita ayuda. No demuestre estar muy ansioso en brindar su ayuda. Asegúrele que tiene suficiente espacio al final de la fila y dele preferencia si quiere que su silla de ruedas este cerca del altar. Siempre esté atento a la comodidad y seguridad al transportar a una persona en silla de ruedas. Conozca los mecanismos de las sillas: ajuste de apoyapiés, de correas, asegurar y soltar los frenos y cómo moverla con seguridad. Asegúrese de que los brazos de la persona descansen dentro en los brazos de la silla (no colgando) y los pies estén afianzados. Evite los escalones o los tirones que pueden tirar a una persona hacía adelante. ¡Este alerta! Nunca le dé la impresión a una persona desvalida que él o ella son cargas pesadas, temibles o que usted es incapaz de acomodarlas. Las invalideces no son enfermedades contagiosas. Hable directamente con el individuo inválido. Trate de no enfocarse completamente en la invalidez de la persona, tampoco la ignore ni haga como si no existiera. Sensibilidad y sentido común en lugar de piedad lo ayudarán a establecer una relación. Si la persona no necesita ayuda, entonces sólo ofrezca su presencia alentadora. También dígale a la persona que puede solicitarle a usted u otro ujier alguna ayuda durante el servicio si lo necesitara. E intente dejar un espacio libre cerca de la silla de ruedas para el ayudante o pariente que acompaña.

 

Toma de asistencia: Establezca un sistema de conteo de asistencia que no distraiga y que sea cómodo y apéguese a el. Sea invisible. Si es posible, haga su conteo desde la parte de atrás o de un mirador para pasar inadvertido por las personas. 

Sea Sensible: Oí hablar una vez de un ujier que decía a las personas que llegaban en silla de ruedas, “¡Sillas de ruedas a la izquierda!” Algunos de los invitados quisieron responderle con un, “Señor, no soy una silla de ruedas, soy una persona”. Necesitamos comprender que personas están sentadas en esas sillas de ruedas. La mayoría de personas que usan muletas y sillas de ruedas tienen alguna clase de dolor que los aqueja. Si no tienen dolor físico, casi siempre tienen dolor emocional. Jesús está en usted y lo más importante es extender el amor de Jesús. Es importante ser sensible y cuidadoso con la manera en que el ujier se acerca a hablar con las personas, sobre todo aquéllas en silla de ruedas o alguna enfermedad, como ujier, usted está llamado a hacer todo lo posible para asistir a aquéllos a los que está sirviendo. 

 

Use las Palabras Correctas: “Minusválido o impedido físico “son palabras generalmente aceptadas. Utilizamos el término estacionamiento para minusválidos. Hay algunas personas que no les gusta ese término, no quieren ni siquiera ser considerados como tales. Pero personalmente desconozco otra palabra. No diga ciego es mejor no vidente. No use al término inválido. Las personas impedidas no son inválidas. Hay muchas personas que están físicamente enteras y son inválidas. Algunas personas van a estar medio molestas de todas maneras y no les gusta estar en silla de ruedas. Están enfadadas con el mundo y se lo desquitarán con los ujieres. Algunas personas piensan que la iglesia les debe. En tal caso, debe tener paciencia como con cualquier otra persona.  

 

Dar Asiento: Dios es un Dios de orden. El orden se reflejará en la iglesia cuando Sus siervos estén bien entrenados. ¿No fue la alimentación milagrosa de la multitud una manifestación de Su deseo por el orden durante Su provisión sobrenatural de la necesidad humana? Es su responsabilidad asistir a las personas con seguridad y reverentemente a la entrada y salida del templo de la iglesia. No permita que en su iglesia las personas luchen por alcanzar asientos. Su misión está clara: Preserve orden santo y proteja al débil, necesitado e inseguro. Sea sensible, pero no sea intimidado. Desarrolle un sistema de dar asiento entre los ujieres. Reserve las sillas de atrás para las personas con necesidades especiales, mamás con bebes, tercera edad, minusválidos y los que llegan tarde.

 

Llamamiento al Altar / Ambiente de Oración Sea los ojos y oídos adicionales de su Pastor y durante cada llamado al altar. Las personas que aceptan a Cristo pueden estar avergonzadas y sentirse algo tímidas después de levantar sus manos para hacer su compromiso, y su Pastor no podrá ver todos los que levantan la mano Siempre intente recordar a las personas que levantaron su mano.  Si el Pastor no los ve, discretamente levante su mano para indicar al Pastor y apunte a los convertidos inadvertidos de la parte de atrás del templo. Si una persona no se levanta cuando hacen el llamado, puede acercársele discretamente y ofrecerse a acompañarlo, pero nunca fuerza o avergüence a las personas. 

 

Emergencias: Los procedimientos claros para atender emergencias y la acción rápida pueden representar la diferencia entre la vida y muerte. Debe establecer los lineamientos a seguir en caso de urgencias médicas, apagones, evacuación, terremotos saber dónde está el botiquín, saber dónde están las llaves para usar el vehículo sin distraer al Pastor. El ujier debe tener a la mano números de emergencia, tratar de controlar la emergencia sin interrupción del servicio.

 

Mayor afluencia de Personas:  Debe tener un plan para un sobre flujo de personas. ¿Qué pasaría si el domingo por la mañana, 500 personas se presentaran a una iglesia que tiene asientos para 100? Algunos ujieres dirían, “No entiendo porque querrían presentarse más personas al servicio”. Y eso probablemente es por qué las personas no lo hacen. No sé de usted, pero yo quiero que asistan a un servicio tantas personas como quieran venir. El director de ujieres debe tener un plan para dar asiento a una multitud durante un sobre flujo debe saber dónde conseguir rápidamente sillas, buscar prestadas o alquiladas y controlar el orden.

 

El Ujier: Es los ojos del Pastor y la representación del cristiano que todo nuevo creyente o invitado debe aspirar a ser. Como ujier debe mantener una Comunicación clara con su Pastor, saber tomar decisiones y jamás sobrepasar la autoridad de su Pastor.

 

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